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LA CONSCIENCIA

La totalidad de las frecuencias vibratorias oscilantes que originan en la Nada del Vacío como movimiento, que es actividad primordial, se organizan en campos o agrupaciones de frecuencias vibratorias moduladas por las longitudes de onda (probabilidades) que las determinen y definan. El conjunto completo de todos los campos emana una propiedad emergente asociada: la consciencia. A través de la consciencia surge la vida, cuya manifestación se desdobla en una triple configuración. Pero la consciencia, a su vez, origina como consciencia no local y se concreta como consciencia local.


   La consciencia no local abarca la totalidad de formas y manifestaciones. En ella está contenida todo lo que sucederá y se desplegará en cada espacio como universo. Es el campo total de información en abstracción. Es la consciencia en sí como Presencia: todo está presente aquí y ahora. La metáfora para el entendimiento que define la consciencia no local es el océano compuesto por agua.


   La consciencia local es la concreción específica de la consciencia no local como experiencia individual reducida y aislada del resto de las experiencias individuales en la apariencia. Adopta formas específicas de vida inorgánica (mineral) y orgánica (vegetal, animal). En los animales, destacando al ser humano, se vuelve conciencia o capacidad de reconocimiento propio y de la realidad circundante, lo cual genera la sensación dividida y escindida del yo o identidad personal. Debido a la naturaleza ausente del olvido que escenifica la identidad personal, el individuo se confunde e incapaz de discernir, se sumerge en su conciencia cual experiencia vital subjetiva, quedando atrapado en esa conciencia y confundiendo la parte por el todo, lo cual acarrea el despertar del deseo, a través de la satisfacción de las necesidades, cuya consecuencia final es el origen, la producción y la perpetuación del sufrimiento. Mientras el individuo humano sigue apegado a su identidad personal por autoidentificación, la conciencia se extiende indefinidamente mediante la clonación genética combinada o reproducción biológica, a través de la perpetuación del deseo y el consiguiente sufrimiento replicado en la triple configuración.