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EL VACÍO

El origen de todo es el Vacío. Esto significa que en el Vacío origina todo y por tanto todo vuelve al Vacío antes o después, disolviéndose. Por eso la esencia subyacente a todo es el Vacío. Todo es Vacío. Pero también todo está vacío. La verdadera naturaleza de cualquier realidad plegada o desplegada es el Vacío. Todo lo que existe aparece en el Vacío y en el Vacío desaparece. No existe respuesta al por qué ni al para qué todo aparece en un momento determinado y desaparece en otro momento indeterminado pero inevitable: simplemente lo hace hasta que se deshace todo lo hecho. La única certeza adquirida por un ser humano que llega a convertirse en metamago consumado es que esa conversión implica una participación activa en la disolución de todo. He aquí la gran diferencia entre un humano metamago y el resto de humanos no metamagos.


   El Vacío es la Verdad. La Verdad del Vacío no se puede entender porque el entendimiento pertenece al llenado superpuesto al Vacío y sirve únicamente para orientarse relativamente dentro de ese llenado que es la totalidad de lo existente, aunque solo en parte y con grandes limitaciones, pues va supeditado al lenguaje. La Verdad del Vacío sí se puede conocer mediante la experiencia personal o aprehensión directa, especialmente a través de un estado alterado de conciencia que estimule la producción temporal de un silencio mental interno (psicohipoactividad) sostenido durante unos instantes. Para acceder a la Verdad de la experiencia del Vacío, que es una experiencia de disolución extinguida, se requiere que el estado de conciencia alterada se encuentre en una zona liminal entre la vigilia y el sueño, sosteniendo la vigilia activa al mínimo de neuroactividad, pero sin entrar en el sueño.


   El Vacío es el Silencio. Se trata de un silencio absoluto; un silencio supremo. El Silencio es inacción, inmovilidad. No se trata del silencio como ausencia de palabra o ruido, que es un silencio relativo y condicionado. El Silencio del Vacío es la detención de toda acción y movimiento. Solo cuando todo se detiene por completo regresa a su verdadera esencia y naturaleza, aunque en realidad no es un regreso. Cuando todo lo que existe se detiene deja que se manifieste su verdadera naturaleza subyacente y única realidad absoluta intrínseca: el Vacío.